Al plantear una intervención estética-espacial, recurrimos a la experiencia como forma de cognición, ya que a partir de la misma nos permitimos crear y recrear nuestro entorno. Por lo tanto, con la intervención se busca, por un lado, poner en evidencia lo cotidiano que se vuelve invisible, y por otro, plantear posibles nuevos agentes transformadores.
Objetivos:
• Proponer el pensamiento crítico.
• Identificar mediaciones vigentes.
Justificación:
Para realizar estas intervenciones, nos valdremos de la ironía como punto de partida para alcanzar los objetivos propuestos. Según la definición de Wikipedia, la ironía se origina cuando, por el contexto, la entonación o el lenguaje corporal se da a entender lo contrario de lo que se está diciendo. En este caso, la ironía podría plantearse desde dos lugares. Por un lado, se establece mediante el lenguaje plástico que remite al utilizado por la señalética. Joan Costa definió: “Señalética es una disciplina de la comunicación ambiental y de la información que tiene por objeto orientar las decisiones y las acciones de los individuos en lugares donde se prestan servicios”. Es decir, partir de esta estética para remarcar lo que podría estar allí, pero no se encuentra.